El subjuntivo yusivo se utiliza también en enunciados desiderativos, para que el hablante manifieste un deseo. A veces carecen de destinatario, como en ojalá llueva, pero otras veces sí lo tienen, como en que se calle ya. Son también desiderativas las oraciones que comienzan por ¡quién hubiera...!, como ¡quién hubiera estado allí! o ¡quién fuera millonario!, que vienen a decir desearía haber estado allí o desearía ser millonario, respectivamente.
Y ya que estamos con las desiderativas, hay que explicar lo que son las imprecaciones: son los deseos de que alguien sufra algún mal, que suelen empezar por así: ¡Así se muera! ¡Así se rompa la cabeza! ¡Así le echen!, etc., etc., etc. La maldad humana que no tiene límites.
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