En un principio, para que una oración sea una oración debe tener un sujeto. Aunque este no esté expreso. Hay algunas que, aunque no esté expreso, se entiende cuál es: Fui a su casa. El verbo fui tiene en su flexión rasgos de persona y de número que nos indican que el sujeto tácito es una primera persona del singular. Es incorrecto decir que el sujeto es yo, se debe decir que es un sujeto pro. Un sujeto pro con rasgos de primera persona del singular. Y ya está.
Antes de continuar, hay que aclarar que no es lo mismo un sujeto sintáctico que un sujeto semántico. Todas las oraciones, todas toditas todas, tienen sujeto sintáctico. Porque el verbo necesariamente tiene que concordar en número y persona con algún elemento. Pero no todas las oraciones tienen sujeto semántico. He aquí las oraciones impersonales.
El sujeto semántico es un sujeto que está exigido por el verbo, porque el verbo requiere que alguien lleve a cabo la acción. Sin embargo, no todos los verbos necesitan un sujeto. Los verbos impersonales léxicos, que son los referidos a fenómenos atmosféricos, como llueve, nieva, hace sol, etc., no necesitan ningún sujeto. Pero aun así, sí que tienen sujeto sintáctico, es aquel que les da las propiedades flexivas de tercera persona del singular (el hecho de no tener sujeto no implica que se pueda decir libremente llueven o nevaste). Este sujeto sintáctico se llama pro expletivo. Pro porque está tácito, expletivo porque es de carácter no argumental, es decir, es un sujeto que semánticamente el verbo no necesita. Algunas lenguas materializan este pro expletivo, por ejemplo en inglés se dice It's raining. It es el pro expletivo, que en español no se puede materializar (*esto llueve).
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